viernes, 27 de febrero de 2015

NOGUERUELAS - ALTO DE LA NEVERA (14/02/2015)

Seguimos pisando nieve en la sierra de Gúdar. Decir Gúdar-Javalambre es decir nieve casi casi asegurada, y más en inviernos como el actual. Un par de buenas nevadas garantizan un buen manto durante varias semanas y eso a pesar de las continuadas rachas de viento que nos vienen azotando casi ininterrumpidamente desde el comienzo del invierno.
Nos vamos a Nogueruelas para subir al Alto de la Nevera (1.772 m.).
Un recorrido donde alternaremos senderos bien señalizados con tramos a nuestro albedrío, me explico :
Al inicio seguiremos un muy pequeño tramo del PP-TE 24 (Nogueruelas - Manaderas de la Val de Azoo), un tramo central en la parte alta donde podemos permitirnos el lujazo de transitar por la nieve entre una bonita pinada camino del Alto de la Nevera, y para finalizar enlazaremos con el PR-TE 30 (Nogueruelas - Linares de Mora) de vuelta a Nogueruelas.
Entremos en materia ...
Llegamos al bonito pueblo de Nogueruelas sin apenas rastros de nieve en el trayecto.


En la parte alta del pueblo y tomando por la izquierda la calle que sube junto al valle de los Planos localizaremos un poste con las indicaciones de los dos PRs por los que circularemos.

Un poste señalizador con pluviómetro incorporado
El cazador cazado
Pasamos junto a esta casa tan "artísticamente decorada"
Tomaremos el de la izquierda, PR-TE 24 en dirección a las Manaderas de la Val de Azoo. Enseguida lo dejaremos que se vaya por la izquierda una vez atraviesa el Arroyo de Rubielos. Nosotros seguiremos por su cauce que pronto se adentra por el Barranco del Cuarto.


No entraña dificultad caminar por él. En las proximidades de la fuente del Aguanaz el arroyo dibuja un pequeño salto.






Seguimos cauce arriba pasando junto a unas formaciones de roca estratificada y unos muretes de piedra.



En este punto nos encontramos un pequeño escalón rocoso por el que el arroyo intentó resbalar pero quedó atrapado por el frío.



Una vez rebasado este punto veremos que, por la izquierda, confluye otro pequeño barranco por el que continuaremos.


El del Cuarto se va por la derecha introduciéndose en la Hoz. Este barranquito subsidiario está profusamente tapizado de vegetación arbustiva, rosales silvestres, enebros, algunos pimpollos y un bosquete de carrascas cubriendo la ladera de la derecha.


Estaremos atentos a un rastro de senda que se eleva por esta ladera entre las carrascas ...



... ya que por ella saldremos del barranquito para llegar a una pequeña meseta donde se encuentra el Mas de Rioquiles.


Merece la pena escudriñarlo y disfrutar de las vistas desde allí.





Seguimos hacia arriba volviéndonos a encontrar con el Barranco del Cuarto.


El agua baja encauzada en una pequeña canalización.


Nos elevamos por su margen derecha por un bonito camino empedrado.


En las umbrías de la ladera opuesta aparecen los primeros rastros de una nieve que pronto pisaremos.
Pero antes, una bonita sorpresa. Las aguas del barranco se represan en un estanque que también ha quedado atrapado por el frío.


El laguito, la Balsa del Cuarto, es una gruesa capa de hielo con preciosos tonos azulados y grisáceos.
La tentación está ahí y Fernando es el primero en comprobar su espesor y consistencia. A decir verdad, fueron dos pedruscos los primeros en deslizarse sobre esta pista de patinaje.


Pasada la prueba del pedrusco, Fernando no dudo en seguir sus pasos y allí que se lanzó. Después le siguió J.Manuel quien nos demostró sus dotes como jugador de hockey.



Una vez comprobada la consistencia del hielo estaba claro que tocaba hacerse la foto de grupo allí mismo.

Tres montañeros vascos, del mismo Bilbao y otro de incógnito
Estaba claro que ese grosor del hielo no se había formado de la noche a la mañana, llevaría semanas así, lo que nos da una idea del fresquito que corre en el lugar. Deciros, que de vuelta en Nogueruelas, un lugareño nos comentó que el agua allí embalsada se usaría para combatir (Dios no lo quiera) los incendios y, en casos de necesidad, para abastecer al pueblo, a sus campos y a sus gentes.




Seguimos nuestra ruta bordeando el lago por la derecha para elevarnos por esa ladera por la que baja un riachuelo.


Viene de la Fuente del Cuarto.


A ella llegamos no sin antes volver la vista atrás para contemplar desde la altura el lago helado.


Desde la fuente, y sin senda definida, seguimos subiendo hasta enlazar con una pista, el camino de la Roya.

Manolo tomando una foto de la Loma del Cuarto
Lo tomamos por la derecha para luego, girar a la izquierda en el cruce inmediato.

Vista atrás con la Loma de las Artigas a la derecha, detrás de ella y al fondo se distingue la sierra de Javalambre
Seguimos por esa pista superando la cota de los 1.500 metros donde aparece la nieve. Una nieve que pisaremos en adelante.


Es hora del almuerzo. Buscamos un lugar a resguardo del viento y lo encontramos bajo unas rocas por encima del camino.

Veo, veo ...
Justo allí empieza una pequeña canal por la que continuaremos subiendo una vez contentemos las barrigas y entremos en calor.
Esta canal te evita un pequeño tramo de pista.


Una vez arriba la pendiente se suaviza. El paisaje ya es todo un precioso manto blanco bajo la pinada.



En este punto decidimos dejar los rastros de pista y atajar campo a través, siempre en dirección este, a la busca del punto más alto, es decir el Alto de la Nevera. Daba gusto pisar la nieve cuya capa superficial crujía a nuestro paso. En algunos puntos aumentaba en espesor y nos hundíamos hasta casi las rodillas.

(by J.Manuel)
Localizamos el vértice geodésico situado, como es habitual en muchos de la zona, sobre un pequeño pedestal al que hay que encaramarse.


Fernando arriba y Manolo llegando
Dicho y hecho.

(by J.Manuel)
De allí seguimos campo a través ...



... ahora desviándonos un poco hacia el noreste para asomarnos a las cornisas de la ladera este de la montaña.


Bonitas e infinitas vistas  que llegaban hasta otear el mar.


Por delante, la Sierra Férriz, las lomas del Mosquito, el Peñacalva y el Cabezo de las Cruces (Tercera altura de la Comunidad y en la mochila como próximo objetivo). Hacia el sur las sierras del Toro y Espadán.

Con el mar en el horizonte, a la izquierda el Cabezo de las Cruces y a la derecha al fondo las últimas estribaciones de Espadán
Desde esos miradores retomamos los caminos señalizados para conectar con el PR-TE 30 que nos bajará de vuelta a Nogueruelas.



Al principio es una pista (Camino del Tajal) que nos pasará junto a la Fuente de la Repullesa ...



... y el Mas del mismo nombre más abajo.




La bonita aguja con Rubielos de Mora al fondo
Pasaremos junto a una curiosa aguja rocosa (indagando sobre su nombre descubrí este interesante y curioso blog : Puntas Inaccesibles de Teruel que en la ascensión número 31 la denomina, como no podía ser de otra forma, como la Repullesa) y estuvimos tentados de cruzar por el hueco que deja con la montaña.

La aguja desde el otro lado
Veremos si es factible ...


Seguimos bajando hasta las ruinas del Corral de la Tejería.


Allí el PR se transforma en senda que corre paralela a la carretera A-1701 que va hacia Linares de Mora bajo los postes del tendido eléctrico.


Más adelante se separa de la carretera y comienza un largo tramo de pista con poco que reseñar.

Bonitas vistas sobre la nevada Sierra de Javalambre
Ya en las proximidades de Nogueruelas tendremos buenas vistas del recorrido en sus inicios con las Peñas de las Artigas y el Barranco del Cuarto.



Dejamos a la derecha el corral de Gil y llegamos al final.


Bajando hacia el coche aún tuvimos ocasión de charlar con un lugareño explicándole nuestro recorrido. Un tipo amable y simpático.


Y sí ..., sí hubo cervecita y una visita al horno del pueblo para volver a casa con algún dulcecito y un pan bajo el brazo, que no se diga ...
Adéu.