jueves, 24 de abril de 2014

UN PASEO POR LA SERRANÍA BAJA DE CUENCA (2) - PR-CU 53 : LAS CHORRERAS DE ENGUÍDANOS (19/04/2014)

¡Ay Cuenca ... que te tenía un poco abandonada!.
Entre pitos y flautas lo he ido dejando y ya iba siendo hora de retomar ese, digamos, proyecto para recorrer la Serranía conquense y del que iré picoteando poco a poco.
Ya queda lejos mi primera cita con esta serie - Miradores de la Sierra de Talayuelas - y había ganas de volver a tierras conquenses.
Hoy nos iremos al sur de la Comarca, al pueblo de Enguídanos a orillas del Cabriel.
Enguídanos es un municipio con un gran atractivo para el llamado "Turismo Activo". Su ubicación junto al río Cabriel, aquí discurriendo salvaje antes de ser apaciguado por el embalse de Contreras, su orografía y su patrimonio natural, hacen que sea un verdadero paraíso para los amantes de la montaña y la naturaleza.
Así de entrada, desde el mismo pueblo parten tres senderos de pequeño recorrido (PRs CU-50-53 y 54) y está atravesado por dos GRs, el 66 y el 64. Además oferta también varias rutas para BTT así como diversas actividades de multiaventura ligadas con el río Cabriel, barranquismo, rafting, etc.


Nosotros hemos venido a caminar y nada mejor para empezar que recorrer el PR-CU 53 o Sendero de las Chorreras. Una sencilla ruta que nos ofrece unas memorables postales con el brioso Cabriel como protagonista.
Hoy me acompañan mis compis Lorena y Noelia, dos féminas de las de armas tomar, mientras que el grueso de la tropa andaba por tierras de Euskadi.
Tras un par de horas de carretera ponemos pie en Enguídanos cuando son las nueve de la mañana. A esas horas todavía se respira cierta tranquilidad en el pueblo, nada comparado con el animado ambiente que encontraríamos al regreso de la ruta. Se nota que es un buen destino turístico y más para estas fechas.


Cafetito despertador en un bar antes de ponernos manos a la obra.
Es fácil localizar el inicio del PR, sólo hay que atravesar el pueblo y, de bajada hacia el río, encontraremos las señales y postes indicativos, no problem. Además aquí coincide con el GR-66.
Abandonamos la población por una senda entre algunos pequeños huertos que pasa junto a la estación depuradora.

Una vieja conocida, Chaenorhinum origanifolium (Espuelilla o Esperons de Roca)



Atravesamos la carretera de Cardenete antes de llegar a una pista que tomaremos por la derecha.


Ya estamos junto al Cabriel que baja furioso.


Cruzamos por un puente para continuar aguas arriba por su margen derecha.


La cómoda pista nos lleva paralelos al río bajo las paredes de los Morroncillos.

Vista atrás

Vista adelante
Pasamos junto a la represa de la Lastra, hoy en día en desuso quedando como una estación de aforos de la Confederación Hidrográfica del Júcar.


Junto a la represa las abandonadas construcciones de servicio de la misma.


La pista continúa junto al río destacando la exuberante vegetación de ribera.




Más adelante tenemos a la izquierda un campo de cereal vestido de un increíble verde primaveral.


Lo dejamos atrás y estaremos atentos para dejar la pista por la derecha, hay un poste indicativo.


Abandonamos el GR (por ahí volveremos en unas horitas) y lo cambiamos por una senda que nos subirá hasta el paraje de las Hoyas, la parte alta de la ruta.


Este tramo es bonito y discurre entre jóvenes pinos y matorral mediterráneo.


Sarcocapnos enneaphylla (Zapatitos de la Virgen)


Tras este pequeño ascenso llegamos al altiplano de las Hoyas.


Enlazamos con una pista que tomaremos por la izquierda.


Vista atrás sobre la vega del Cabriel y Enguídanos
El solete ya pica y disfrutamos de las vistas. Aparecen algunos campos de cereal y olivos.


Bajo un pino con un cebador de perdices hacemos un alto para almorzar.


Echamos la manta y disfrutamos al solete cual lagartijas.
Seguimos adelante porque lo mejor está todavía por llegar.


Llegamos a un cruce de pistas, por la derecha vuelve a aparecer el GR-66, al que nos reincorporamos. Ya no lo dejaremos hasta Enguídanos.

Volvemos al GR
Tras la monotonía de la pista la ruta gira hacia la izquierda para animarse con una espectacular bajada hacia las Chorreras. No nos imaginamos lo que nos espera. De momento oímos el murmullo del agua y apenas distinguimos el Cabriel, hundido allá abajo.


Estaremos atentos porque a la derecha de la senda aparece una gran roca a la que podemos trepar y que nos sirve como un primer y gran mirador sobre la Chorreras. Aquí el río comienza a dibujar saltos y pozas para ir salvando los desniveles de la roca caliza. Un numeroso grupo de barranquistas disfruta practicando saltos en las pozas.




Los rápidos, los saltos y las pozas se suceden y nosotros los disfrutamos desde lo alto.


De vez en cuando conviene acercarse a los bordes para contemplarlos desde los miradores, algunos acondicionados.
En el fondo de una amplia cárcava aparece una gran poza esmeralda.



Desde el mirador próximo descubrimos que se nutre de otra superior con una bonita cascada. Es el rincón más espectacular de todo el recorrido.

Las chicas se asoman al abismo



A partir de ahí el brioso Cabriel se calma un poco.
La senda continúa de bajada separándose del cauce.


Llegamos a la zona de la Junta, donde el río Guadazaón, tras pasar por la Central Hidroeléctrica Lucas Urquijo, vierte sus aguas al Cabriel. Un corral en ruinas aparece más adelante antes de llegar a unas construcciones abandonadas del complejo hidroeléctrico.






Volvemos a estar en la misma orilla del río y nos acercamos para refrescarnos.


El agua baja limpia y transparente, no en vano dicen que es uno de los ríos más limpios de Europa, por lo menos en esta parte de su curso.


La vegetación de ribera con enormes chopos, sauces, carrizos, juncos etc. hacen de este tramo un relajante paseo.



Más adelante volvemos a enlazar con la pista del inicio hasta la represa de la Lastra.


Allí optamos por cruzarla para llegar a Enguídanos por la otra orilla donde destaca la Playeta. Ganas tuvimos de pegarnos un chapuzón.



De vuelta en el pueblo, cervecita fresquita y picoteo con bocata antes de volver para casa.
Han sido 15 kms. de lo más relajante. Lo tomamos como un primer contacto con la zona porque merece más visitas.
Un consejo, ya que lo más espectacular de la ruta son las Chorreras, se puede evitar la primera parte de subida a las Hoyas aunque de ese modo nos perderíamos las vistas durante la bajada, salvo que lo hagamos de ida y vuelta.
Otra alternativa muy aconsejable en verano sería llegar hasta la Central Hidroeléctrica de Lucas Urquijo por la carretera de Cardenete y bajar por esa orilla disfrutando del baño en las pozas y saltos de las Chorreras. Tomamos nota.
Realmente hay mucho por descubrir. Y si no, daros un garbeo por internet y veréis...
Yo dejo  mi granito de arena.
Adéu.