jueves, 30 de mayo de 2013

CORTES DE PALLÁS - PUNTAL DE SÁCARAS - EL FRANCHO - ARROYO DE CORTES (25/05/2013)

... Y añado: Un Paseo por el Cielo con un refrescante final.
Valió la pena esperar, ya lo creo. Digo ésto porque esta ruta estaba prevista para el pasado mes y la anulamos (con buen criterio) debido a las inclemencias meteorológicas. Así es cómo se las gasta la primavera, la verdadera, clásica y ortodoxa primavera.
Nuestro buen amigo Paco Aguilar ( A CEL OBERT ) nos tenía guardada una maravillosa sorpresa. Buen conocedor y amante de estos parajes, el bueno de Paco preparó con mimo y cariño un recorrido por Cortes de Pallás que no dejó indiferente a nadie.
La ruta la dividiremos en dos partes bien distintas a cual más bonita.
Una primera parte con ascenso al Alto del Francho por una senda, recientemente despejada, que recorre los cantiles de la Muela y se remata de forma aventurera con trepidante ascenso por uno de los barrancos que la surcan. Y una segunda parte que nos llevará, después de un vertiginoso descenso, al cauce del Arroyo de Cortes que, tras las últimas lluvias, presentaba un generoso caudal y nos regaló unas fantásticas imágenes de sus cascadas con alguna que otra sorpresa que descubrimos gracias a nuestro anfitrión y guía.
Bueno, tras los titulares, vayamos al grano.
A la convocatoria de Paco acudimos encantados varios grupos de senderistas de lo más granado de nuestra comunidad. Por sus estupendos blogs y webs los conoceréis: ROCACOSCOLLATROTASENDAS DE BENICALAPCASIAVENTURILLATRASTOS DE MONTAÑASIMÓN CORRESENDASLA MORADA DE SUGOI y por supuesto, el ideólogo de la aventura A CEL OBERT.
En total 22 senderistas (uno de ellos cuadrípedo... que también tiene derecho).
El tempranero punto de encuentro estaba en la Fuente de Chapole, junto al Arroyo de Cortes, inicio a su vez de la famosa Senda de Cavanilles.


Nosotros nos encaminamos, arroyo arriba, por mi querido GR-7 para abandonarlo por la izquierda, a la altura del campo de deportes.


Hacia la primera subida saliendo de Cortes
Una frondosa senda nos eleva hasta la Cruz del Collado. El GR-7 que, sube paralelo por la carretera, se desvía en ese punto por la derecha.


Primeras vistas del cauce del Arroyo de Cortes, por ahí volveremos ...
Antes dejamos a la derecha los restos de la torre del castillo de Ruaya.

Ruinas del castillo de Ruaya

Primeras vistas del castillo de Chirel desde la Cruz del Collado
Nuestra senda todavía se elevará más hasta alcanzar los impresionantes cantiles de la Muela.

Comienza la faja


A partir de aquí comienza un maravilloso recorrido con dos protagonistas de lujo. Por un lado la senda propiamente dicha, como antes os comentaba recién desbrozada gracias al empeño del Ayuntamiento de Cortes. Una senda, aunque sería más apropiado llamarla faja, que discurre rodeando la Muela del Francho y que se adentra en los recodos de los barrancos que la surcan.








El segundo protagonista es el paisaje que divisamos, con el Júcar retorciéndose allá abajo retenido por la presa de Cortes, con sus meandros y sus aguas esmeraldas. Y enfrente el Cinto del Castillo de Chirel, siempre a la vista.


Pero volvamos a la senda ...
Si nos asomamos a los cantiles distinguiremos la senda por donde discurre el GR-7, paralelo a la nuestra pero unos doscientos metros más abajo. El GR discurre por la cota 400 - 480 m. mientras que nuestra faja sobrevuela entre los 600 - 650 m. Una considerable diferencia en altitud que magnifica más el paisaje.

Foto tomada desde el castillo de Chirel (Junio 2012). En rojo la faja de nuestro recorrido y en azul el GR-7
La vegetación que nos rodea es la propia del matorral mediterráneo con los pinos agarrados a estas laderas de infarto. Es en las umbrías de los barrancos que arañan la muela donde se vuelve más exuberante y aparecen junto a los pinos, los enebros, los arces, los fresnos y los madroños. Un hábitat que demuestra una excelente conservación (mejor no pensar en el pavoroso incendio del pasado verano que se quedó a las puertas).





Alguna cabra montesa llegamos a divisar.
En el recodo de uno de estos barrancos, el de la Zangarriana, nos dispusimos a almorzar. Un inmejorable lugar, un balcón con vistas al Castillo de Chirel y al Júcar, surcado en esos momentos por el barco turístico que va desde el embalse de Cofrentes a Cortes.





Atentos estuvimos a las explicaciones de Paco sobre las intenciones de construir una pasarela colgante sobre el río. También nos contó la iniciativa que tienen los municipios de la zona para hacer de ésta y otras sendas un gran recorrido que sirva para dar a conocer las bellezas paisajísticas de este rincón, sus pueblos y sus gentes. Una iniciativa que dará un empujón al turismo rural y que estaremos encantados de divulgar.
Tras el almuerzo y las incontables fotos de rigor continuamos nuestra ruta.



Ahora viene la parte aventurera. A la altura del pico del Carrascal, la senda gira hacia la izquierda donde se abre el precioso valle de Sácaras.



Una primera trepada nos sube a un piso superior a los pies del Puntal del  mismo nombre.


Primeras trepadas

Prueba superada
Allí nos espera un cinglo que bordearemos con un mirador colgado al vacío donde nos apretamos los veintitantos para la foto de grupo. Una roca con una magia especial, sin duda.

Alex (Casiaventurilla), Paco Aguilar (A Cel Obert) y Simón (Simón Corresendas)


¡Hagan sitio señores!
Un poco más adelante, bajo la quilla del Puntal de Sácaras, la senda se pierde y subimos hacia esas paredes un poco a la trocha.



Hacia el Puntal de Sácaras

Otro mirador hacia la inmensidad


Vamos en busca del primer barranco que cae por la izquierda tras el Puntal.
Una fuerte pendiente nos espera para remontarlo.




Un buen repechito...
Con calma, cada cual a su ritmo y buscando la trayectoria más cómoda llegamos a la meseta superior del Francho. Imperdonable no acercarse a las paredes del Puntal para despedirnos de las majestuosas vistas del Júcar.

Paco Maldonado, MªJosé y Ximo...

...y J.Manuel disfrutando del paisaje

En el Puntal de Sácaras
Ahora nos espera una travesía un tanto monótona e inevitable por la parte alta de la Muela.



Una curiosidad botánica en el camino, "Cytinus Hypocistis" , planta parásita de algunas jaras

Una pista-cortafuegos  a la que se unirá, en adelante, el PR-CV 252 que sube desde el barranco del Francho.


Aceleramos la marcha en este terreno favorable hasta comenzar el descenso hacia el Arroyo de Cortes. Un bonito descenso por una senda empedrada con la vista puesta en la ladera de enfrente, la del depósito de la Muela, por la que desciende el famoso sendero de Cavanilles (SL-CV 13) sorteando el paso de la Franca. Otra postal para nuestras retinas.

El depósito de la Muela ...

... y la Senda de Cavanilles por el Paso de la Franca




Ahora de bajada hacia el Arroyo de Cortes
Tras el vertiginoso descenso comienza la última parte de la ruta donde el gran protagonista es el Arroyo, el agua (abundante tras las últimas lluvias), su murmullo, las cascadas, las balsas, las acequias, los vadeos, la vegetación de ribera. Llegamos al cauce y aparecen los primeros rastros de agua.

Llegando al cauce

Vista atrás con la ventana del Águila
Rastros que se convertirán en arroyo cantarín a partir del manantial de San Vicente, rebosante él.


Difícil explicaros el recorrido durante este último tramo. Solamente de la mano de gente como Paco seremos capaces de descubrir los secretos que oculta el Arroyo de Cortes.
Cascadas desde todos los puntos de vista, cavidades tobáceas, balsas de riego con aguas cristalinas, estrechas acequias tapadas por la vegetación en túnel.



Ante tanto que ver, mejor hacer un alto en el camino y comer un poco. Parada técnica que aprovechamos para refrescarnos los pies aunque alguno hubo de reprimir la tentación de pegarse un chapuzón.



Un descanso en el spa









Decir que en este tramo, coincidimos a ratos con el trayecto del PR-CV 252 que acaba fundiéndose con el sendero de Cavanilles, SL-CV 13. Ellos se van por la derecha del cauce una vez llegamos a la famosa cascada del Corbinet, espectacular ella. Un bonito lugar para hacer una última parada y refrescarnos en su fuente.


Cascada del Corbinet
Aún tuvimos tiempo de vadear el arroyo un par de veces más antes de entrar de vuelta en Cortes de Pallás.





Eran las seis de la tarde y cargábamos con veinte inolvidables kilómetros en nuestras piernas. Veinte kilómetros para tomárselos con calma y saborearlos.Veinte kilómetros de fotos, veinte kilómetros de amigos, veinte kilómetros por uno de los rincones más bonitos de nuestra geografía. Lo dice uno que ya ha recorrido unos cuantos...

Pasando revista a la tropa
Gracias Paco Aguilar. Te lo has currado y lo has conseguido, has hecho que nos enamoremos más todavía de la Muela de Cortes y sus mágicos rincones.

¡¡¡Gracias Paco!!!

¡¡¡Vaya equipo!!! (by J.Manuel)
P.D. Creo que me ha resultado muy difícil descartar más de doscientas fotos y quedarme con las que veis, pero esas me las quedo para mí, solamente para mí.
Adéu.