lunes, 18 de febrero de 2013

LA SERRA FALCONERA - EL MOLLÓ DE LA CREU (16/02/2013)

Esta es la historia de un amor muy particular.
Hace tiempo que me enamoré de esta montaña. Se plantaba ante mis narices todas las semanas. En cada una de mis visitas a Gandía, por motivos laborales, la veía. Una montaña atractiva, de formas perfectas, aparentemente inaccesible para los "mortales" senderistas como yo. Vista desde su cara este parece desafiar al más osado montañero.
Llegaba a Gandía y allí acudía ella. Desde la carretera se me aparecía. Allí, al fondo del Passeig de les Germanies de la capital de la Safor, parecía controlar, observar y proteger a sus habitantes.
Desconocía hasta su nombre. Yo la llamaba "el pequeño Cervino", por su forma piramidal casi perfecta. No debía de ser muy alta. Pequeña. Como los tarros con los mejores perfumes. Bonita en sus formas. Atractiva. Seductora. Desafiante. Agreste. Salvaje. Descarada. Lo tenía todo para seducirme ... y lo consiguió. Vaya si lo hizo...

La Serra Falconera y el monasterio de Sant Jeroni de Cotalba 

El Molló de la Creu y el Mondúver desde Gandía


¿A que es chulo?
El Cervino. Un ligero parecido ... salvando las distancias y las alturas 

Decidí investigarla un poco. Descubrí su nombre : el Molló de la Creu. Su familia : la Serra Falconera ... y poco más salvo sus datos físicos, su DNI, 456 metros sobre el nivel del mar. Nada más alto se interponía entre ella y las olas del Mediterráneo.
Me dije: " allí tengo que subir, sí o sí ... ".
Descubrí, con un poco de incredulidad, que había poca información sobre su accesibilidad. Raro en los tiempos que corren, señal de que no es una zona muy visitada salvo por los espeleólogos dada la gran cantidad de cuevas y simas en esta sierra.
Así, investigando, acabé conociendo a Paco Aguilar (no os perdáis su estupendo blog: A CEL OBERT). Un gran tipo sí señor y conocedor de la zona. Contacté con él y le pedí un favor, que hiciera de "celestino" entre la montaña y yo. Que concertara una cita. Y vaya si lo hizo... No solo se ofreció amable y generosamente a acompañarnos para dárnosla a conocer sino que además llamó a Salva, un buen amigo suyo, perfecto conocedor de la sierra Falconera (dudo que haya gente que haya pisado estas montañas tanto como él) para que nos hiciera de guía.
Y llegó el día, ansiado por mí, el de la cita con la montaña ...
A la cita acudieron, además de mi gente de Rocacoscolla, MªJosé, Salva, su amigo Rafa y el bueno de mi tocayo Paco Aguilar. Buena gente, sí señor.

Así se presentaba el sábado
El día despertó con una agradable mañana, no muy fría, y sin el desagradable viento que nos azotó en las últimas salidas. Tras las presentaciones de rigor, Salva nos explicó el plan a seguir, el recorrido para acometer esta cima. Hay cuatro rutas posibles de acceso. Una de ellas, la que sube desde la urbanización del Molló de la Creu y  rodea la montaña por el norte, según cuentan, es una senda muy abandonada y es casi intransitable. Otra es la senda que sube por el valle de la Marxuquera y la cova de les Meravelles (cerrada al público) y que presenta el expuesto paso de la Rabosa (ésta la dejaremos para otra ocasión). Una tercera es la que podríamos denominar como la clásica y más accesible, una senda bien marcada con señales de PR que nos lleva al Molló a través del barranco de les Escaletes (por ahí bajaremos). Y la última y más salvaje y aventurera, reservada para unos pocos y no exenta de dificultad. La elegida y que nos llevará a la cima por la cara sur junto al barranco del Molló de la Creu y que nos descubrirá algunos rincones mágicos.

Preparando la salida

Dejamos los vehículos junto a las casitas de colores de la urbanización L'Algar, en la ladera del barranc de les Escaletes. Complicado explicar cómo acceder a las mismas. Hay que seguir la carreterilla que parte por la derecha del colegio Los Naranjos, en la rotonda de entrada a Gandía desde el acceso por la carretera de Barx (salida Gandía sur de la carretera N-332, nada más pasar el túnel). La carreterilla atraviesa la nacional y después la A-7 por sendos túneles y hay que seguirla por la derecha hasta los pies de la montaña. Ya tenemos los coches dispuestos para la vuelta pero toca desandar el camino para acceder al inicio de la subida por la zona norte. Caminamos paralelos a la autopista por la carreterilla en dirección norte hasta llegar a la carretera de Barx por la que transitaremos unos pocos metros. La dejamos por la izquierda en las primeras casas de la urbanización del Molló, tras pasar junto a la parada del Bus de Gandía. Aquí comienza realmente el ascenso. Apenas señalizada, al principio, la senda es fácil de seguir y parece recién limpiada.

A por él vamos

Senda del inicio

Aparecen algunos trazos de pintura amarilla. Después ... mejor seguir los pasos de Salva, armarse de valor y tener un poco de práctica, sentido común y dejar el vértigo guardado en la mochila.
Pasamos junto a la entrada de una primera cueva, la de la Xurra (difícil acceder a ella sin los medios apropiados y que alberga una colonia de murciélagos).

La pequeña entrada a la cueva de la Xurra

De momento, alguna fita y alguna pintura amarilla nos puede servir de orientación.


Entramos después en una zona más expuesta con un buen "patio" hacia el barranco y buenas paredes de la montaña donde se aprecian vías de escalada.




Pasando bajo las verticales paredes

La cima aparece ... pero queda mucho todavía

Sobre nosotros la entrada inferior de la cova de la Recambra...
Primeras trepadas
Llegamos junto a la primera entrada de la cueva de la Recambra. Un abrigo con una chimenea que accede a la entrada superior.

Ya estamos en la entrada
Breve recorrido por la misma y a seguir subiendo. Ahora aparecen los pasos más expuestos y toca poner los cinco sentidos. Aventura en estado puro.

Manolo y Bego en uno de los pasos con "picante"
Ahora es el turno de Paco y Nuria
Paco Aguilar en acción
...y Vicente
... Isabel
... y Fernando
Y continuamos el ascenso
Así se veía Gandía desde aquí
Alcanzamos una cota superior con la vista puesta en la boca de la entrada de arriba. Un balcón colgado en el vacío y un lugar privilegiado con increíbles vistas del barranco del Molló y la parte sur de la sierra.

Llegando a la boca de arriba de la cova de la Recambra
Las vistas desde el balcón 

Allí dimos cuenta del almuerzo, tan completo como siempre y regado por un buen vino, detalle de  Paco y rematado con el cafetito de Rafa y Vicente y el exótico chocolate neozelandés de Paco y Nuria ( ...  hay que ver ¡cómo me ponen el listón con esto del chocolate!).
Recuperamos las fuerzas y calmamos las pulsaciones antes de seguir subiendo.
Tenemos ya a la vista el peñasco cimero del Molló, pero sólo eso ... a la vista. ¡Pues no queda tela que cortar todavía!. Ya lo creo.


Parece a tiro, pero ...
Otro tramo vertical hasta llegar a la bien camuflada entrada de la cueva del Abisme.

J.Manuel y MªJosé entrando en la cova del Abisme
Allí nos colocamos los frontales para visitarla. Un pecado no hacerlo. Se recorre fácilmente y sentimos que está viva. Un par de simas aparecen en su pared norte con una buena caída.


Interior de la cova del Abisme
Las estalactitas están en pleno crecimiento. Y alberga vida como lo demuestra este caracol con su concha casi transparente que apareció a la luz de las linternas.


Las vistas desde el exterior hacia el mar son de postal.
Y a seguir subiendo. Ahora bajo los farallones del cinto que protege la cima.



Vistas hacia el sureste
Algunos tuvieron que destrepar un poco

Bajo la mole de la cima
Fernando en otro tramo "picante"

Salvando las últimas rocas antes del collado
Mejor no alcanzar la base de esta pared y rodearla por la izquierda hasta llegar un colladito previo a la cima. Ahora toca subir más o menos a la trocha hasta enlazar con la senda "oficial" de subida (señales de PR) que en pocos metros nos deja en la cima.

Último esfuerzo ... ¿a que parece otra montaña desde esta cara?
Objetivo alcanzado. Acabo de abrazar a mi querida y soñada montaña. Sus modestos 456 m. subidos de la forma que lo hemos hecho me hacen sentir muy bien. No los cambio por un tresmil pirenáico, os lo aseguro.

En la cima del Molló de la Creu con el Mondúver detrás

Un poquito de sol ...¡Please!
Fotos en el vértice geodésico (se supone que antaño estaba rematado por una cruz) y contemplación de las maravillosas vistas alrededor. El mar y Gandía al este.

Vistas hacia el mar
Al norte el Mondúver. Al oeste el valle de la Marxuquera y la serra Grossa. Al suroeste la cresta del Benicadell tapado por las nubes. Al sur el Circ de la Safor y la costa "emboirada" hasta el Montgó. Daban ganas de quedarse allí.
La bajada fue otro cantar. La senda era una autopista. Aún tuvimos tiempo de desviarnos hacia el norte por otra senda que nos acercaría hasta el compañero del Molló de la Creu, el Molló de la Falconera.

El Molló de la Falconera
Alcanzamos el collado que los separa y nos acercamos a su borde oeste para deleitarnos con las vistas del fértil valle de la Marxuquera, la construcción del Morabito (muy interesante su historia Morabito de la Marxuquera) y el abrigo de la cova Oberta. Una ligera neblina dificultó ver el monasterio de Sant Jeroni de Cotalba.

La cova Oberta en la cara oeste

El Morabito de la Marxuquera
Optamos por dejar para otra ocasión el Molló de la Falconera (siempre hay que dejarse algo) y volvimos al PR para bajar de regreso.

El PR de bajada


Un bonito y suave descenso por el barranc de les Escaletes que nos ofrece otras vistas del Molló (hay que ver lo que cambia una montaña según el punto de vista).

Las dos entrada de la cova de la Recambra
Identificamos toda la ruta seguida para el ascenso, todo un descubrimiento bajo la tutela y guía de estos buenos amigos.


La senda se interna en una bonita pinada que parece haber resistido a los incendios que han azotado, en años anteriores, la zona.

Reagrupamiento llegando al final de la ruta
Y acaba desembocando en el paraje donde tenemos los coches. Difícil diseñar una ruta como ésta. Difícil hacer una circular. Todo gracias a Paco Aguilar y amigos. Gracias a Salva por enseñarnos esta joya, por guiarnos por estos lugares tan espectaculares, por enseñarnos las cuevas. Sin vosotros hubiera sido imposible. Gracias por vuestra compañía, a MªJosé y a Rafa, que también se estrenaban en esta ruta. Gracias por descubrirnos la Falconera. Creo que a partir de hoy, tenéis un montón más de amigos.
En resumen, un secreto muy bien guardado. Y un consejo, si se os ocurre subir de esta manera (no apta para todo el mundo), dejaros en casa el vértigo y no os olvidéis el GPS con el track, a no ser que tengáis la suerte de conocer a gente como Paco y Salva. Si no, mejor hacedlo por el PR de les Escaletes, tampoco os defraudará.

Una cima la mar de animada (by J.Manuel)
Adéu.