martes, 19 de abril de 2011

GR-7 (4) ARES - CULLA (16/04/2011)

Continuamos devorando kilómetros por la autopista del GR-7.
Esta etapa se preveía más suave que las anteriores. La idea original era hacerla desde Ares a Vistabella (39 kms.), pero la partimos por la mitad, es decir, hasta Culla. La siguiente etapa se verá ampliada como contrapartida y desde Culla llegaremos a Villahermosa del Río pasando por Sant Joan de Penyagolosa (algo más de 40 kms.) ¿Querías caldo?... Pues dos tazas!. Pero bueno, esto ya llegará y seguro que no faltaremos a la cita.
A lo que vamos...
Tras pasar lista pusimos falta a Fernando (ya no cuela más la excusa de las llagas...que conste) y se apuntó un joven abuelo ¡Enhorabuena abuelito Rafa y abuelita Merche (más joven abuela todavía)! Que disfrutéis y "malcriéis" con salud a Pau .Enhorabuena también a los felices papás y a los otros abuelos.
Hoy tocaba ver amanecer llegando a Culla, donde nos recogieron nuestros chóferes particulares (siempre ha habido clases), esta vez (¿será por la crisis?) con tarifas más económicas que los anteriores.¡Taxistas de la zona, abstenerse de leer este modesto blog! . Bueno...a más oferta...mejores precios..que lo lean pues.


A las 8:45 ya salíamos de Ares, en una mañana que se nos presentaba fresquita y soleada de momento. Bajamos carretera abajo para, enseguida, comenzar a subir por las faldas de la mola de Vilá. Pronto estamos en la font dels Basiets y su abrevadero.

 A nuestros pies las terrazas abandonadas jalonan la mola. Vemos el mas dels Basiets donde un grupo de cabras montesas nos observan espectantes. Son las dueñas absolutas de estos agrestes parajes. Continúa la senda bordeando la mola y pasamos junto a otro mas abandonado, el de Rufa, bajo una pared de roca. Tenemos a tiro el collado, donde se ubica el mas de la Mola con su original era (parece un mosaico de piedra) y un cobertizo de piedra seca (¿corral,refugio,nevera?). Allí descubrimos también el esqueleto de una oveja devorada por los buitres.

 El camino, en suave descenso nos lleva, junto a unos verdes bancales hasta el mas de la Cova, mejor conservado que los anteriores. Está situado en la cabecera de un profundo barranco, el de Marfulla. Preciosas las vistas desde aquí. Desaparecida de nuestra vista la localidad de Ares y ya aparece en el horizonte, hacia el sur el cerro de Culla y  la montaña con la ermita de San Cristófol, con la Font d'en Segures a sus pies. Pero todavía queda mucho camino por delante. Salimos del mas por un camino cementado, con una enorme carrasca y un nogal. Pronto abandonamos el cemento y tomamos una senda a nuestra derecha que nos adentra en un precioso bosque de robles tapizados por hiedras y líquenes. Pasamos junto a un pozo y la senda se estrecha entre paredes de roca. Algunos estómagos comienzan a protestar y toca saciarlos con el inevitable y siempre esperado almuerzo. Lo hacemos bajo unas carrascas, mientras el cielo comienza a nublarse.


 Cambiamos la senda por un camino mas amplio. Atención al desvío a la derecha junto a una finca vallada, donde pasta tranquilamente un gran rebaño de ovejas churras. Siguiendo el camino aparece a nuestra izquierda una magnífica carrasca. Poco después, el paisaje comienza a cambiar. Estamos en el Plá de Berola con sus campos de avellanos, que nos acompañarán hasta Benassal. Volvemos a pisar cemento. A nuestra izquierda aparece la silueta de la ermita de la Magdalena. Más que una ermita parece un torreón en lo alto de una loma. Hay que desviarse unos metros para visitarla, pero merece la pena. Esta singular construcción de planta octogonal data del finales del siglo XIX y  en sus paredes han dejado huella las balas y la metralla de la guerra civil.

En cuestión de minutos atravesamos la población de Benassal para encaminarnos hacia la Font d'Ensegures, primero por un camino cementado que pronto cambiamos por una exigente senda que nos eleva hasta la colonia vacacional. Cruzamos la carretera y seguimos de frente hacia la ermita de San Cristófol que dejaremos a nuestra izquierda.
Tras la dura subida, la senda se adentra entre aliagas y romeros. Ya tenemos el cerro de Culla a tiro de piedra. Un camino de piedra suelta entre muretes nos conduce hasta la población. Otra preciosa carrasca enmarca una bonita postal en las dos direcciones, San Cristófol a nuestras espaldas y Culla al frente.


Otro tramo cementado y en pendiente nos deja en esta preciosa población, fin de la etapa.
Todavía no son las 14:00 horas y decidimos hacer una visita al pueblo y su casco antiguo.
Imperdonable no visitarlo. Preciosos rincones se descubren en cada esquina, en sus placitas, sus edificios históricos, el castillo y sus murallas, el antiguo hospital, la presó, los arcos de entrada, sus portales, sus escalinatas, la iglesia del Salvador con su reloj de sol...


Tras la visita turística nos desplazamos hasta el paraje donde se encuentra la monumental (esta sí)  y famosa carrasca de Culla (está bien indicado en la carretera de Culla a Torre d'en Bessora Km.12). ¿Qué decir de este asombroso ejemplar de Quercus Ilex?. Árbol monumental ya catalogado por Cavanilles. Tronco de 7 metros de circunferencia, copa de 30 metros, con ramas que parecen tan robustas como el tronco principal. Una verdadera reliquia. Un pero...está en una propiedad privada, aunque sea esto lo que haya ayudado a preservarla...y que dure cientos de años más.
Rematamos la jornada con una buena comida en el Restaurante junto a la carrasca. Buena olla y estupendo el conejo con caracoles y rebollones, y de postre tarta de queso casera. Excelente comida en un entorno excepcional.

En resumen, para mí esta es la verdadera esencia de un buen senderista, no todo es caminar y caminar. Callejear por los pueblos, conocer su historia, su cultura, sus monumentos, sus gentes, su gastronomía. Esto no tiene precio, y si lo tiene vale la pena pagarlo, aunque sea de vez en cuando...
Ja vorem la próxima y casi maratoniana jornada del GR-7.
Procuraré estar aquí para contaroslo...

                                En la foto Dolly y sus amigas posando

Dedicado a Pau y a sus iaios.

1 comentario :

Merche dijo...

Muy bonita la ruta. Es verdad que no tiene precio poder compartir esos momentos en la montaña con los amigos.
Y gracias por los buenos deseos para Pau y sus Iaios!!! jejejeje